‘Opilano’, el nombre elegido por alumnos de Villafranca de Córdoba para uno de los tres linces que se soltarán en el área de Guadalmellato

Con este nombre recuerdan a un guerrero visigodo que aparece en una estela como primer vecino de la localidad de Villafranca  

Los alumnos y alumnas del CEIP Teresa Comino de Villafranca de Córdoba (Córdoba), acompañados por el delegado provincial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Francisco de Paula Algar, el alcalde de la localidad, Francisco Palomares, y personal del proyecto Life+Iberlince,  han elegido el nombre de ‘Opilano’ para ‘bautizar’ al séptimo de los ejemplares de lince ibérico que se liberarán esta temporada en la región andaluza, y con el que se cierra la campaña #BautizaUnLince.

En concreto, le han puesto nombre a uno de los tres ejemplares que se soltarán al medio natural en el valle del Guadalmellato (Córdoba) durante próximos meses. El macho ‘Opilano’ es hijo de Hommer y Esparto, y nació en la primavera de 2017, al igual que el resto de individuos que se liberarán este año.

Con Opilano se completa el listado de nombres para los siete ejemplares que en 2018 se soltarán en las dos zonas de reintroducción andaluza, la de Guarrizas (Jaén) y la de Guadalmellato, un listado que se ha elaborado con las propuestas de los ciudadanos a través de redes sociales y el email de la oficina del proyecto Life+Iberlince (como son ‘Orisón’, ‘Ofelia’, ‘Obulco’ y ‘Oxyura’), y con las sugerencias de los escolares cordobeses y jienenses de territorios con presencia de lince ibérico, resultando elegidos los nombres ‘Omeya’, ‘Olavide’ y’Opilano’.

En el Valle de Guadalmellato, donde las primeras sueltas de lince ibérico comenzaron en el año 2010, se liberarán durante esta temporada dos machos y una hembra.

La elección de esta área para la reintroducción no es casual, ya que esta zona, junto a la del valle de Guarrizas (Jaén) se distinguen por su calidad de hábitat, altas densidades de conejo y el fuerte apoyo social a la reintroducción, entre el que cabe destacar la colaboración de los propietarios de fincas privadas y las sociedades de cazadores que gestionan terrenos donde se concreta el grueso de la población de linces.